En la primera foto vemos como el intérprete se coloca delante del theremin. La posición exacta del músico puede variar según a la escuela thereminista a la que pertenezca. En caso de que la persona sea zurda es tan sencillo como darle la vuelta al theremin para tocar más cómodamente.
El brazo, mano y dedos del músico se aproximan o se alejan de la antena vertical para conseguir las diferentes alturas de las notas. Cuanto más cerca de la antena más agudas son las notas y cuanto más nos separamos de ella más graves. Esta mano también se encarga de producir el efecto de vibrato tan característico de este instrumento.
La mano izquierda controla la dinámica, articulación y fraseo de las notas. Cuando la mano está muy cerca de la antena horizontal apaga el sonido y a medida que la alzamos aumenta el volumen.
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