Piquer para su siguiente película quiso seguir por ese camino. Desarrolló una historia en la cual un cantante, después de unas agotadoras sesiones de grabación, decide relajarse pasando unos días en la montaña junto a su novia, unos compañeros y una enloquecida fan. En el mismo lugar también encontramos a unos cazadores furtivos sin escrúpulos, con ballesta incluida y el imponente actor Frank Braña a la cabeza; y una madura pareja que vive en una solitaria casa internada en el bosque. Para redondear, en esa zona cae un meteorito lleno de huevos alienígenas. Muchas de las localizaciones que veremos en pantalla pertenecen a parajes de Rascafría (Comunidad de Madrid) y Río Moros.

A partir de esa premisa debería empezar lo esperado para este tipo de películas: la lenta y atroz desaparición de cada uno de los personajes por parte de los seres surgidos de esos huevos. Piquer tenía muy avanzado el desarrollo de la producción y ya contratados a los actores y los decorados… pero sufrió un grave contratiempo de última hora.

Justo en esa época se había estrenado E.T., el extraterrestre (Steven Spielberg, 1982). Los productores asociados con Piquer quisieron aprovechar el gran éxito de E.T. como estrategia para lanzar el nuevo film, sobre todo pensando en el mercado alemán. Así que obligaron a Piquer a introducir en el metraje elementos semejantes a la última producción de Spielberg: un extraterrestre perdido en la Tierra; un entrañable niño que lo descubre, hace amistad con él y lo protege; un final feliz y emotivo… Bueno, estaban provocando una combinación de géneros aparentemente imposibles de casar. Al final surgió un producto muy extraño e inclasificable que demuestra la profesionalidad y habilidad de Piquer a la hora de espabilarse ante cualquier situación. La película acabó llamándose Los Nuevos Extraterrestres.

Aunque el mismo Piquer siempre ha detestado públicamente esta película hay que reconocer que es un producto muy entretenido y de buena factura. En él se van alternando escenas del más típico terror de la época (obligadamente suavizadas) en donde los actores van sucumbiendo a manos de un extraterrestre, con otras en las cuales tenemos a un simpático niño, Tommy, viviendo divertidos momentos con su amigo extraterrestre Trompi (hermano del otro extraterrestre).

Ya comentamos que Librado Pastor en Mil gritos tiene la noche (1982) tuvo que trabajar con un presupuesto paupérrimo. En esta ocasión pudo disfrutar de más medios, «sin tirar cohetes», al poder disponer de un conjunto de músicos, un letrista, un cantante y un buen arsenal de sintetizadores y cajas de ritmo. Nuevamente las grabaciones se hicieron en el estudio Musigrama de Madrid con los técnicos Pepe Loeches y Joaquín Cobos. Algunos de los músicos de sesión fueron Pepe Sánchez (batería), Eduardo Gracia (bajo) y Rafa López (guitarra).

Para esta película Librado compuso una serie de temas recurriendo a la estética musical electrónica tan de moda en esos momentos. Todo un acierto dado el contenido espacial y de ciencia ficción del film. Como contraste a esas obras Librado creó otras más «terrenales», tipo rock y pop, necesarias para las escenas en las que aparecen los adolescentes con sus tribulaciones.

Al inicio de la película podemos escuchar un denso tema de largo desarrollo acompañado de percusiones electrónicas, su título es Llegada a la Tierra. Son 6 intensos minutos en los que podemos ver como un meteorito se acerca a la Tierra hasta que impacta provocando una gran explosión. Esto ocurre muy cerca de la casa en donde vive el matrimonio antes mencionado. Ellos tienen un hijo pequeño, un niño con gran interés por la ciencia y que observa la colisión desde su telescopio. En ese momento también están los cazadores furtivos merodeando por la zona, son los primeros en descubrir los huevos alienígenas y sufrir sus consecuencias.

Una vez llegan al parque no tardan en empezar las tragedias. Entre desgracia y desgracia van apareciendo insertadas unas escenas en las que el niño Tommy (Óscar Martín) recoge uno de los huevos transportados por el meteorito y se lo lleva a casa para incubarlo, en cuestión de horas nace el extraterrestre. Las bonitas y logradas escenas del nacimiento de este ser, así como muchas en las que aparece junto con el niño, están acompañadas de una hermosa música electrónica que Librado tituló, precisamente, Los Nuevos Extraterrestres. Como este alienígena tiene trompa el niño lo bautiza como Trompi, en cuestión de unas horas crece más y se hace tan alto como el niño. Óscar Martín nació en Francia en 1972, esta película fue su primera experiencia en el cine.

Ian es de nacionalidad inglesa. A la edad de 12 años empezó a intervenir en spots publicitarios junto a su hermano gemelo. A los 15 años entró en un colegio de arte dramático en el que estudió durante tres años, en esa época empezó sus actuaciones en obras de teatro. También trabajó en varias series televisivas producidas en Londres, como Pinocho o David Copperfield.

Habla perfectamente el español, idioma que estudió en su país y practicaba habitualmente gracias a sus amistades españolas en Inglaterra y sus viajes a España.

Su primer largometraje fue A la caza de Eichmann (1979), dirigido por Peter Collinson (1936-1980) y protagonizado por el conocido actor y cantante Chaim Topol (1935). Para esta película Sera  estuvo rodando en Madrid y Sevilla.

A principios de 1981, con 20 años de edad, grabó en Inglaterra una maqueta de 5 canciones con la pretensión de publicar un disco e iniciar su carrera musical. En esa época su manager en España era Fernando Álvarez.

Llegó a trabajar en cuatro películas de Juan Piquer Simón, siempre en papeles importantes. La primera fue Misterio en la isla de los monstruos (1981) junto al gran Peter Cushing (1913-1994), película que llegó a promocionar en alguna entrevista televisiva. Continuaron Los diablos del mar (1982), Mil gritos tiene la noche (1982) y por último Los Nuevos Extraterrestres (1983).

En 1983 se publicó en vinilo la banda sonora de la película Los Nuevos Extraterrestres, en esta producción Ian cantó los temas Rugen los motores y Sara del compositor Librado Pastor.

Ian Sera es reconocido sobre todo por ser uno de los intérpretes de Mil gritos tiene la noche, en esta película tuvo el honor de protagonizar su inolvidable plano final. Tras los trabajos con Piquer lo podremos ver en dos producciones más: Fanny «Pelopaja» (Vicente Aranda, 1984), en la cual tuvo un papel secundario de gran dramatismo; y Christina y la reconversión sexual (Francisco Lara Polop, 1984), película de temática erótica.

Continuó en el cine trabajando en producción en los films Marine: Entrenado para matar (Denis Amar, 1986), y en la nominada a los premios Goya El túnel (Antonio Drove, 1987). Después de varios años sin saber de él reaparece en el 2015 como productor y guionista del cortometraje Aberration del madrileño Miguel Becerra (1970). Filmado en Gibraltar, actual residencia de Ian Sera.